La irresponsabilidad política aboca al desastre la sanidad pública canaria.
En el Hospital Universitario de Canarias, más de 900 pacientes engrosarán, de aquí a fin de año las listas de espera quirúrgicas. Más de 5000 ecografías dejarán de realizarse. Son sólo dos ejemplos de lo que, según nos informan los propios equipos directivos de nuestros Hospitales (porque en el resto de los Hospitales del Servicio Canario de la Salud (SCS) el panorama es el mismo), va a ocurrir en la sanidad pública canaria en los próximos cuatro meses.
Como consecuencia de la irresponsabilidad e imprevisión de quienes recibieron la confianza de los canarios para gestionar los fondos públicos, el SCS acumula más de cincuenta millones de euros de desviación sobre lo presupuestado sólo en el capítulo 1. Evidentemente, de no corregirse, esto condiciona el techo de gasto y la capacidad de endeudamiento para el próximo ejercicio, no sólo para sanidad, sino para el conjunto de la autonomía, así que toca reducir el gasto.
Y a ello se aplican con entusiasmo: no se van a sustituir vacaciones del personal, no se van a conceder permisos reglamentarios, no se van a cubrir las bajas por enfermedad, no se van a renovar contratos. Se suprimen los programas de lucha para la reducción de listas de espera (Plan Funciona…), las prolongaciones de jornada en quirófanos, la actividad extraordinaria en pruebas diagnósticas (escáner, TAC…)…
Irresponsabilidad e imprevisión de quien, contra viento y marea, puso a funcionar el Hospital del Norte sin ficha financiera (¿de dónde rayos pensaban que saldría el dinero para sostener esa estructura funcionando?). Irresponsabilidad e imprevisión de quien, a sabiendas del déficit acumulado en el ejercicio anterior (aún no se han pagado liquidaciones de vacaciones del pasado año, o parte de la actividad extraordinaria de este) aprobó un presupuesto sin incremento alguno, imposible de cumplir, salvo cerrando servicios. Irresponsabilidad e imprevisión de quien reduce recursos en Atención Primaria y prevención, sabiendo que los pacientes que dejen de ser atendidos en ese primer nivel, acudirán a los Hospitales, donde, además de saturar los servicios de urgencias, serán atendidos a un coste muy superior…
Al personal del Servicio Canario de la Salud se le pide -por enésima vez- que “arrime el hombro”, apriete los dientes y se sacrifique, para intentar maquillar un poco el desaguisado que estos irresponsables han provocado. Aunque lo verdaderamente grave de la situación, es que esta irresponsabilidad de nuestros políticos no sólo causa pérdida de puestos de trabajo, derechos de los trabajadores o la propia salud de los mismos: lo verdaderamente grave es que pone en peligro la propia vida de aquellos cuya salud tenemos el compromiso de cuidar.
CCOO CANARIAS
Canarias 06 de Septiembre de 2016
Fin de año “apoteósico” para el Servicio Canario de la Salud
