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Existen personas que intentan ser felices a su manera, además de intentar hacer felices a los demás, al igual que existen personas amargadas que son felices amargando al que trinquen y luego están aquellos que pasan de todo viviendo al margen de la sociedad, es decir, que la vida “para mí”, viene a ser parecida a una bombilla encendida, dependiendo de un cable positivo (personas felices o positivas), un cable negativo (personas amargadas) y de un cable toma tierra (a los que les da igual), por si viene un rayo ayudarles a los dos cables anteriores. ¿Cómo estás estimado lector?.

Espero que estés bien, además de más o menos comprender este embrollo de pensamiento o diarrea mental que estoy compartiendo contigo. ¿Cómo llegué a buscar el tema para la carta que estás leyendo en estos momentos?, pues viene motivada en la historia de una mañana la terraza donde casi todas las mañanas nos reunimos más de seis personas y la gran mayoría son taxistas porque la parada está anexa a dicha terraza. Llegó un taxista y la primera pregunta fue con el tema de la comidilla de las elecciones del día 26 de junio, pero cuando confieso mi opinión personal y sincera aunque sea sin razón, agarra un berrinche de tres mil pares de ones, comenzando a soltar por su boca palabras mal sonantes sobre Rajoy, para no entrar en más detalles.

Simplemente dije que no votaré porque todos los líderes son buena gente y punto, pero no es fácil llegar a comprenderme cuando tal vez seré la única persona en este país que tiene esta forma de pensar. Tal vez podría decir que no votaré porque no me da la gana y punto, pero prefiero intentar ser educado y sincero, aunque vaya sin el poder de la razón y la razón les repito, es ser totalmente realista y positivo.

El taxista acababa de sentarse en la mesa con un dulce y su café con leche, mientras seguía dando gritos, pero acaba en silencio porque tuve que soltarle la frase, “Yo no quiero ser como tú, con esa actitud de hablar con gritos y con aquella forma radical y negativa”. Pero ocurrió algo inesperado que demostró aún más todavía su forma de ser, porque una chica o mejor dicho una cliente llega a la puerta de su taxi porque tenía el turno en la parada y en voz alta el taxista gritón dice, “¡Joder, ahora que iba a comenzar a desayunar!”. El mismo cae en la trampa de los negativos, porque la chica es una cliente que tiene que utilizar un transporte para ir donde fuera y fue una falta de respeto que dicha chica escuchara el comentario mal sonante. El taxista tal vez tenía que haberle ofrecido el viaje a otro compañero con todo el amor del mundo, pero todo está en la actitud o educación de cada persona. En algunas ocasiones, otros clientes han tomado la decisión de no querer viajar con taxistas mal educados y punto.

Volviendo al tema de las votaciones, “No voto porque soy consciente de que todos los líderes regalan su tiempo por sus infinitas razones y estoy seguro que todos quieren ser felices a su manera, además de soñar con un mundo mejor”. Lo siento mucho si no llegan a comprender esta forma de pensar. Gracias por regalarme parte de tu tiempo, porque ¡repito!, es el tesoro más valioso del ser humano. Un abrazo y hasta la otra carta……….

Arona 17 de Junio de 2016

Todo está en la actitud

Pues si estimado lector, ¡Todo está en la actitud!, pero por más veces que escribas este mensaje o grites a los cuatro vientos, que todo está en la actitud, desgraciadamente una gran mayoría de este planeta Tierra, jamás comprenderá el verdadero significado aunque obviamente en anteriores ocasiones he dicho, que “para mí” (entre comillas) la felicidad está dividida en dos partes, tal vez tres y digo mis razones esperando sean respetadas como todas.