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Entro en el google para ver cuánto vale comprar una guaga para copiar y pegar entre comillas, “La empresa pública insular considera que con los cuatro años que llevan estos vehículos en servicio se ha amortizado la inversión, pero de los 300.000 euros gastados en su adquisición pretende recuperar unos 50.000 €. Las guaguas estaban en el grupo de 59 puestas en funcionamiento en el último trimestre de 2008”.

No hace falta copiar y pegar más, porque tengo bastante comprobando que son millones de euros invertidos en una empresa pública, con sus pros y sus contras. Hace tiempo en este mismo periódico publicaba una queja, es decir, no denunciaba porque las denuncias son en los juzgados y publicamos que las guaguas que van desde Las Galletas hasta Playa de Las Américas pasando por Los Cristianos sufrían muchos retrasos y un día por casualidad o causalidad nos encontramos un cargo importante de esta empresa y quién escribe en un paso de peatones y dicho señor, recomienda que tome unas fotos de las guaguas con retrasos con sus respetivos números y horas, pero mi respuesta fue rotunda, “Tengo muchas cosas que hacer y no pienso perder el tiempo con boberías y la única solución está en ser puntuales y San Sacabó”.

Parece que de lunes a viernes son puntuales, pero los fines de semana y festivos, sigue sucediendo la misma historia, para no decir, la misma caca sin esconder que los taxistas ilegales cada día tienen más éxito, porque las personas que trabajan en los hoteles o van a otros lugares por infinitos motivos, han sentido la obligación de subir en estos Transportes Mohame, o Transportes Cuba, o con chóferes españoles, sirios, libaneses, nigerianos, senegaleses o de otras nacionalidades, porque los trabajadores en sus respectivas empresas donde curran a sus jefes les importa una mierda que lleguen tarde por culpa de la guagua  advirtiéndoles de un futuro despido.

Y volviendo con mi historia del primer domingo de Junio del 2016 resulta que pierdo la guagua de las 9 y media pensando que serían puntuales a las 10 y media, pero dicha guagua llegó a las 11 menos cinco y sale a las 11 y diez de la noche, es decir, ¿Imaginan los insultos de algunos pasajeros que llegaban tarde a sus puntos de encuentro por diferentes motivos?. Un chico porque llegaba tarde a su puesto de trabajo de segurita en Güimar, unos turistas que flipaban en colores porque el bono casi no les funciona, una chica porque estaban esperándola en San Isidro, otros por otros motivos y otros por miedo al enganche de la guagua de Los Cristianos a Las Galletas, en fin….. y para colmo la guagua estaba asquerosamente sucia con el suelo lleno de basura, los sillones asquerosos, algunos sueltos y el chófer con mala hostia porque seguramente estaría sustituyendo al que estaría enfermo o que no vino porque no le salió de los huevos. Llegamos a Los Cristianos a las 12 y cuarto de la madrugada del lunes y gracias a los taxis busca vidas, aparece un español en paro y sin paga con su coche y por 2 € nos alcanza, ya que la guagua de Los Cristianos a Las Galletas hasta la 1 de la madrugada no pasará, ¡Ojo!¡A lo mejor pasará o no pasará a la 1 de la madrugada!. Seguiré con mi proyecto de seguir utilizando los transportes públicos aunque no logre nada, pero escribiendo siento más libertad y un título que avala mis tonterías en mi forma de vida.

Gracias por regalarme un poco de tu tiempo y perdona el mal rollo de esta carta. Un abrazo.
Arona 07 de Junio de 2016
Otra historia de Titsa
Hola estimado lector, ¿Cómo nos encontramos en este momento?. Espero que estés bien, cargado de energía con ganas de vivir con ilusiones, emociones y muchos sentimientos de amor auténtico y verdadero.

Quiero compartir una historia personal del primer domingo de Junio del año 2.016 cuando llegué a la estación de guaguas de Santa Cruz a las 10 menos 25 para ir al sur, pero por 5 minutos pierdo la guagua de las 9 y media. Pregunto por la siguiente y dicen que es la 111 y sale a las 10 y media de la noche, ¡Uf!. Podía haberme quedado en La Laguna tranquilamente y bajar temprano, pero el destino lleva sus páginas.