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Todos tenemos nuestra pequeña historia que contar sobre este día, pero compartiré la mía intentando llegar de la mejor forma al alma de los lectores.

Estábamos en el muelle de Los Cristianos y llega un conocido con la cara desencajada porque fue un testigo más de la caída del edificio, explicándonos el terrible suceso y es obvio que Canarias es un pueblo, porque comenzaron las habladurías del principio, de que habían dos fallecidos, ocho, quince, veinte, diesiseis y cada uno ponía su número, pero la verdad poco a poco iba naciendo porque los verdaderos testigos eran quiénes estaban sacando cubo a cubo, en cadena de doscientas personas aproximadamente, porque las palas de las máquinas pueden dañar los cuerpos enterrados y siempre quedó la esperanza de encontrar algún ser viviente, pero desgraciadamente los únicos fueron los tres hombres y la mujer a primera hora, porque tuvieron la gran suerte. El hijo del gran popular Málaga como llamamos en este sur, al señor que ahora anda apoyado a su bastón y seis personas más que el destino marcó el final en este doloroso día. Quedó patente que el Servicio de Ayuda fue más que rápido, porque en un par de horas estaban cientos de personas voluntarias y funcionarios al pié del tan triste lugar del accidente.

Muchas personas y empresarios ayudaron con todo el amor del mundo, que seguro sobrarán historias lindas que harán saltar las lágrimas a cualquiera con un mínimo de sensibilidad y termino compartiendo una anécdota humilde, pero que les llegará al alma. Todos saben que llegaron bomberos de Las Palmas, psicólogos y demás, además de Lanzarote y más lugares. Gerardo y Ramón propietarios del Restaurante Raimbow, invitaron a los diez bomberos de Las Palmas almorzar o cenar, no sé, pero los bomberos empeñados en pagar doscientos euros aunque sea, hicieron mosquear a Gerardo que coge el dinero tirándolo por todo el suelo del Restaurante y los bomberos lógicamente recogen y dan las gracias. Pero estos bomberos canariones desde la isla de en frente tuvieron la gran idea de enviarles unas flores preciosas con unas palabras que las tienen expuestas en la barra para compartir este buen rollo.

Dicen que cuando las personas hacemos cosas buenas, se multiplican por siete veces la vuelta, igual que si hacen daño. También les comento que tengo dos amigos propietarios de un apartamento, pero con la suerte del destino porque estaban vacíos.

Aprovechamos para felicitar a todas las personas que ayudaron y colaboraron de cualquier forma en esos duros momentos y nuestro más sentido pésame a todos los familiares de parte de todo el equipo formado por eldigitalsur. Un saludo.

Juan Santana
Arona 21 de Abril de 2016
El destino de las personas
Hola querido lector, ¿Cómo nos encontramos?. Espero que estés bien y siempre dando gracias a quién sea por estar bien. Gracias primero a nuestros padres por habernos traído al mundo con sus cosas buenas y menos buenas, a tu dios si tienes o a cualquier creencia. Esta carta va para todos los que han colaborado en el desastre del edificio derrumbado sin avisar, aunque algunos testigos habían advertido que pasaría lo peor en este sur de Los Cristianos en Tenerife, una de las siete Islas Canarias, las afortunadas del mar Atlántico y soy tan explícito, porque millones de personas del planeta todavía no conocen nuestra tierra.

Son muchas las personas que trabajaron o colaborado durante los primeros momentos del sufrimiento de los más afectados, especialmente los difuntos y familiares que en sus propias venas sienten el verdadero dolor, que jamás nadie sin pasar por esta experiencia podrá decir que comprende dicho dolor, porque desde fuera las cosas tienen otro color.