eldigitalsur.com - “Sobre el saber o saberes ortodoxos”  Por Jesús Millán Muñoz
1. Podríamos definir el saber, entre multitud de definiciones posibles, “como conjunto de certezas y verdades sobre un tema o conjunto de temas, con una perspectiva metodológica o con una orientación o punto de vista”.
                      
En general se suelen dividir el saber humano, en mayor o menor grado ortodoxo, con distintos sistemas orgánicos y sistemáticos en las siguientes clases o tipos: ciencias, tecnologías, filosofía, artes-estéticas, religiones-teologías, culturas en general.
                      
Ciertamente los enunciados de esos distintos saberes, no tienen el mismo grado de certeza, veracidad, verificabilidad, demostración, datos, correspondencia realidad-concepto, metodología, etc. No es lo mismo una afirmación matemática o química o filosófica o religioso o estética o cultural-costumbres…
                      
Por lo cual cuando usted “acepta un enunciado o una afirmación o un juicio o un concepto”, usted tiene que ser consciente si esa afirmación está dentro del saber científico o tecnológico o artístico o cultural en general o religioso o...
                      
Y dentro de ese saber, si es por ejemplo, una afirmación científica, si es de matemáticas o de química o de física o de astronomía. En definitiva qué grado de certeza-verdad puede tener o merecer ese enunciado o juicio o concepto…
                      
2. Es imposible contestar a todas las preguntas de la introducción, pero si son los marcos dónde nos podemos orientar, y bajo esas posibilidades si podríamos al menos fijar algunos elementos o cuestiones:
                      
- La gran cuestión es cuándo a ti mismo te digas una opinión o idea o enunciado o la recibas de un interlocutor, medio de comunicación, libro o cualquier otro medio es saber cuando de ese concepto es cierto y cuánto es verdadero. Cuánta realidad representa, realidad interior o, y exterior.
                      
Para ello debes, en la medida de lo posible realizar un acto mental, por el cual relacionar ese enunciado o juicio si está conforme a la realidad o a la verdad y a la certeza, o dicho de otro modo, “qué grado de interrelación tiene con el saber ortodoxo que estudia ese fenómeno”.
                      
Si yo afirmo equis, sea equis lo que sea, tendría que en la medida de lo posible si el saber ortodoxo o la ciencia ortodoxa sobre ese saber afirma o niega o tiene en duda ese enunciado.
                      
Esto parece una cosa baladí… pero es esencial, por lo siguiente:
                      
- Creemos que tenemos pocas creencias, pocas opiniones y muchas certezas-verdades. Pero la realidad es que “disponemos y creemos demasiadas cosas”, que son en mayor o menor grado ciertas, pero otras son inciertas. Es decir, yo diría, nadie se ofenda, que “somos unos animales de creencias”. O dicho de otra forma, “solo creemos que creemos o no creemos en cuestiones metafísicas o religiosas”, cuándo creemos en multitud de temas y cuestiones, que afectan a multitud de temas y saberes.
                      
Por lo cual examinar, con prudencia y racionalidad, cuales son nuestros juicios o enunciados, cuales son verdaderos conceptos demostrables por el saber ortodoxo, y saber cual de esos saberes corresponde esa afirmación o negación, y cual es diríamos una opinión o una creencia o una duda. Distinguir esto, realizar ese trabajo de horadar sobre los propios pensamientos y conceptos es un trabajo enorme, que la mayoría de personas no se atreverían a realizarlo, y desde luego, no todos seríamos capaces de soportar el propio juicio.
                      
Si nos examinamos, la mayoría de nosotros, cuándo miramos el pasado, llegamos a la conclusión que hemos tenido tal error debido a un concepto erróneo teórico o, y práctico. O ambas cosas a la vez, sobre temas concretos, sobre prácticas concretas, sobre personas, sobre teorías, sobre datos, etc.
                      
- Atreverse a pensar, el lema kantiano, sería aquí pertinente. O más, atreverse a recoger datos fidedignos y verídicos y verdaderos. O al menos en el mayor grado posible. Alimentarse de conceptos e ideas y datos lo más verídicos, verdaderos, fehacientes posibles y aceptados por cada saber ortodoxo. Porque debeos de saber que hay demasiado saber no ortodoxo con multitud de afirmaciones que no son demostrables, y demasiadas personas y entidades que viven y engañan y manipulan a otros seres humanos con conceptos e ideas, que en parte son ciertas, pero en la mayor parte son erróneas, o se afirman un juicio basado en tres fundamentos, siendo uno, medio verdad y el resto medio mentira…
                      
Con el saber y utilizando el saber, en multitud de conceptos y datos e ideas, se manipula a individuos, personas, entidades, colectivos, sociedades… de parte de unos y otros… Poner ejemplos sería infinito los casos. No estamos hablando de las personas que se equivocan, sino de personas y entidades que yerran y equivocan y manipulan y engañan a otros con distintos objetivos, fines, metas, modos, intereses…
                      
Intentar alcanzar mayor grado de verdad, debería ser una de las grandes máximas de cualquier ética y moral recta en sus intenciones y en sus metodologías… aplicable después a multitud de campos y temas…
                      
Siempre aconsejo, aunque no lo entiendan totalmente, mejor sería que usted leyese y profundizase en un manual ortodoxos sobre cada saber o ciencia, de mil páginas, de tal modo que al final, fuese acumulando información fehaciente o lo más verídica posible sobre multitud de temas. Por ejemplo, leyese si le interesa la psicología varios manuales, cada uno de mil páginas sobre esa temática, y no multitud de libros sobre diversos aspectos de este saber. Y lo mismo en el resto de los saberse, ciencias, etc.
                      
Voy a decir una herejía, o muchos lo tomarán así, pero indicar antes, toda la vida me la he dedicado a observar, leer que es una forma de observar y pensar… Y debo reconocer que existen dos tipos de personas, unas que apenas leen nunca, otras que leen demasiado.
                      
Dentro de las que leen demasiado, casi siempre, excepción de su profesión o especialidad que tienen un saber sistemático, sea fontanero o sea economista o sea cirujano, sobre los demás temas, tienen un conjunto de ideas y conceptos, cientos o miles sobre multitud de temas, que son asistemáticos, inconexos, mucho de algunas partes o dimensiones de ese tema, muy poco de otros, mal conectados o deficientemente conectados, etc.
                      
Por lo cual, sucede que es un experto en un saber o profesión, que conoce datos, conceptos, sistematización y relación entre hechos y conceptos, y en el resto, en mayor o menor grado es una especie de “incoherencia asistemática”, o saber algunas cosas de algunos trozos de y sobre la realidad… Pero el problema que el ser humano, todo ser humano se tiene que mover en un mar de ideas y conceptos y datos y hechos, es decir, en un mar de cultura o de saber en mayor o menor grado ortodoxo…
                      
La solución, volvamos al ejemplo, en este caso de geografía, imaginemos que a alguien le interesa mucho dicha realidad y dicho saber. Puede haber leído varias docenas de libros, y tendrá muchos datos y conceptos, pero no tendrá un conocimiento sistemático. Para ello tendría que haber leído, quizás no tantos libros e informes y revistas de difusión o documentales, sino dos o tres grandes manuales de geografía, y aunque cada uno tuviese una orientación, si dichos manuales tienen cada uno quinientas páginas, habría acumulado una enorme cantidad de datos y de conceptos interrelacionados y conexionados entre sí y con la misma realidad. Es decir, con menos esfuerzo habría alcanzado un saber sobre ese tema, no de especialista, pero mucho más que de aficionado…
                      
3. Por eso, siempre he creído si queremos elevarnos en mayor grado de certeza, certidumbre, verdad de lo que sabemos sobre la realidad. Nadie se rasgue las vestiduras, no se lea tanto, sino que se lea más sistemáticamente, más según el parecer ortodoxo de y sobre la realidad… en total, existen unas veinte ciencias… Por lo cual, sería lo mejor leer, de cada ciencia tres o cuatro manuales, y de este modo en cinco o diez años, alcanzar un grado de conocimiento, que aunque no sepas de todo, entonces comprenderás otros puntos de vista, otras formas de entender, otros modos de acceder a la realidad. Comprenderías cuando una afirmación puede ser verdadera o no verdadera, ortodoxa o no ortodoxa según el saber sistemático. No por eso serías un experto, pero si distinguirías en una opinión o idea o concepto lo que es más ortodoxo y lo que es menos… Comprendo y entiendo si ha comprendido y entendido correctamente este artículo que se le rasguen las vestiduras por dentro… pero volviendo a Kant “atrévase a pensar”, yo modestamente, añadiría “atrévase a recoger datos lo más verdaderos según los saberes ortodoxos que hoy el ser humano tiene o dispone…”. Mejor es saber menos sobre multitud de temas, que saber mucho sobre muchos temas, y casi todo el saber sea más erróneo o más dudoso o menos demostrable y más opinable. Paz y buen día, porque me temo que le ha caído un gran cubo de hielo de colores.
01 de Septiembre de 2016
“Sobre el saber o saberes ortodoxos” 
¿Cuánto sabemos como individuo o especie? ¿Cuánto crees que podremos llegar a saber como individuos o como especie…? ¿Los humanes viven en una sociedad-cultura, y cada cultura tiene una cantidad de saber? ¿Qué es el saber? ¿Cada individuo cuánto saber puede acumular? ¿Cuánto saber usted o yo sabe o sabemos, cuánto saber ortodoxo, verídico, real, verdadero o con el mayor grado de verdad…?