1. Parece ser que en 1955 cuando falleció Einstein, el patólogo Harvey, sin el permiso de la familia extrajo el cerebro de Einstein. Pensando que iba a realizar una serie de estudios y de artículos científicos que después no hizo.
Un periodista de nombre Patermin, unos veinte años después, descubrió al patólogo que todavía tenía gran parte del cerebro y entonces empezó el estudio científico:
- Al fallecer Einstein, su cerebro pesaba 1230 gramos, que para su edad no es un cerebro excepcionalmente grande.
- El cerebro fue dividido por Harvey en 240 trozos.
- Según Dean Falk, el córtex prefrontal situado sobre los ojos en la parte anterior del cerebro, que parece ser tiene las funciones de la capacidad de concentración y la perseverancia estaba excepcionalmente más desarrollado que la media de la población.
- El lado parietal tenia más espesor, un quince por ciento mayor que la media, y estas neuronas contribuyen a la representación simbólica, al pensamiento lógico-matemático, la orientación espacial…
- La mayoría de las personas tenemos tres giros prefrontales, Einstein tenía cuatro. Al contar uno más en el lóbulo frontal medio.
- Tenía en algunas partes del cerebro una densidad mayor de neuronas.
- Según Lapore el lóbulo parietal es más grande que la media pero también el resto de lóbulos.
- Por lo general también una mayor cantidad de conexiones gliales entre las neuronas, según la investigadora Marian Diamond.
2. Como algunos autores indican, el grave problema de este estudio es que solo disponemos del cerebro de un genio, Einstein, por lo cual, si este siglo va a ser el siglo del descubrimiento del cerebro habría que plantearse si habría a los grandes premios Nóbel, habría a las personas de altas aptitudes e inteligencia que destaquen, a ellos mismos y a sus familiares pedirles, si quieren libre y voluntariamente donar sus cerebros para la ciencia cuándo fallezcan. Porque en ese caso tendríamos cien o unos cientos de cerebros de personas que hayan destacado en distintas materias y entonces se podría comparar… También cerebros de personas de alta inteligencia, hayan descubierto o no hayan descubierto nuevas formulaciones…
Da la sensación a veces, que la humanidad tiene miedo en investigar el cerebro humano, siempre que se haga según la ley, según la moralidad. Porque da la sensación que tememos descubrir algo muy profundo de lo que somos…
- Por lo cual los gobiernos deberían crear programas de investigación sobre el cerebro, y solicitar peticiones de donación del cerebro cuando fallezcan a las grandes mentes de sus respectivos países y territorios. Sería una manera de empezar a estudiarlo seriamente. Y de paso, cerebros de personas normales, que no hayan descubierto grandes cosas, pero también otro apartado de cerebros de personas con distintas patologías, sean psicológicas, sociales, etc.
Todo hecho con un enorme respeto hacia esas personas, y sobre todo para intentar encontrar razones y causas de multitud de enfermedades, encontrar nuevas ideas para curar patologías, según códigos deontológicos muy estrictos, pero también nuevas ideas para encontrar por qué algunos cerebros son capaces de descubrir nuevos aspectos de la realidad, en unos campos o en otros…
- No deberíamos olvidar y obviar que Einstein fue ayudado antes del famoso año de 1905 por su esposa, que parece ser según algunos era una persona de altas capacidades en matemáticas, y parece ser, de ser cierto, que la ayuda que le ofreció su esposa en ese campo fue esencial. Por lo cual, parece ser que Einstein tenía también un lado obscuro, por ejemplo, de ser cierto este dato ninguneó a su esposa, y la colaboración que tuvo con ella, y tenía otro lado obscuro, con todos los matices y cuidado que se quiera, tenía un lado “de cierta adicción a la sexualidad fuera del matrimonio”. Sin negar otros grandes valores, como el pacifismo.
- Habría que decir en defensa de Einstein que tanto lamentó que sus teorías o fórmulas sirviesen para la creación de la bomba atómica, aunque él no intervino en la producción de ella, aunque sí en la famosa carta al presidente Franklin D. Roosevelt para que empezase dichos estudios y programa para hacerla antes que los alemanes…
Hoy a setenta años de esos acontecimientos debemos pensar de forma más optimista que el mismo Einstein, hoy la energía nuclear, nos permite tener una esperanza de que el mundo humano sobreviva, si encontramos la energía de fusión, para fines pacíficos tendríamos una cantidad de energía enorme que nos serviría para dar un salto a la misma humanidad. Ciertamente no podemos negar que la energía nuclear y otras invenciones y descubrimientos ha puesto al mundo, como jamás ha estado que sepamos, al borde de la extinción, lo cual este dato también nos está llevando a pensar que existe “una conjunto de enormes razones para tener que cambiar y modificar ideas en multitud de campos como la antropología, política, sociología, derecho, etc.”, para poder encontrar modelos para poder vivir y sobrevivir nuestra especie. Entre otras ideas, a mi modo de ver, buscar la teoría y la conceptualización y la práctica de un Único Estado Mundial para que los seres humanos no utilicen el concepto-teoría-práctica del Estado, para ir unos Estados contra otros…
- Ciertamente, no deberíamos olvidar y obviar que un gran genio, sea Newton, Galileo, Einstein y otros, nos abren una enorme puerta en un momento determinado, pero para abrir ese picaporte ha existido una acumulación cultural durante décadas o siglos, hasta que se ha llegado a ese momento… Una gran teoría o hipótesis científica o en cualquier campo de la realidad, por lo general, viene acompañada de una acumulación de conceptos e ideas y datos y experimentos, en ese campo o en otros que se conexionan. A veces, un descubrimiento en un área, al paso del tiempo tiene mucha importancia en otras áreas de otra o de otras especialidades…
Por lo cual deberíamos ser conscientes que todo el sistema educativo y cultural es esencial para la investigación y descubrimiento. Pero también todo el sistema social y cultural que permite esa libertad de investigación y de creación. Debemos ser conscientes que no todas las culturas o civilizaciones actuales, ni todas las grandes ideologías que existen en el mundo permiten el mismo nivel de libertad de pensamientos, investigación, creación, etc. Ciertamente dentro de la legalidad vigente, del sentido común, de la racionalidad, de los derechos humanos, de la moralidad mínima universal…
- Hay que plantearse seriamente si deberían crearse programas especiales, como algunos países tienen, para detectar las personas con altas capacidades o alta inteligencia en un campo o en general, y si ellos quieren y si sus padres lo permiten. Se cree que el uno por ciento de la población son superdotados o personas de altas capacidades, darles y ofrecerles una enseñanza acorde con sus capacidad. Porque muchos se pierden. Hay quienes indican que una gran parte del fracaso escolar se produce en personas de altas capacidades intelectuales o en algún campo de la realidad. Lo cual diríamos es una pérdida enorme para la sociedad, para la humanidad. Porque esas personas formadas y de adultos podrían abrirnos nuevos campos en todos los terrenos del saber y de la práctica humana, que fuesen positivos, morales, necesarios… ¿cuántas enfermedades se podrían orientar de otras maneras y otras formas, cuántos pequeños y grandes descubrimientos, en unos campos y en otros…? ¿Incluidos en el mundo empresarial, teórico y práctico, en todas las ramas del saber y de la práctica…?
Este tema es otro que existe, diríamos, por decirlo de forma suave, mucha contención y mucho temor, demasiada precaución…
Vivir con una gran capacidad o una gran inteligencia y no haberla podido desarrollar, es por lo general, para las personas que llevan ese talento, una enorme carga, es un enorme peso, y es en muchos casos un enorme drama. Es condenar a cientos de miles de personas, porque el uno por ciento de la población mundial es mucho. Es hacerles llevar un enorme fardo de peso sobre sí mismos. Demasiadas veces, caminando en cierta soledad… Si la naturaleza nos ofrece oro en las montañas, lo lógico es que lo obtengamos, pues lo mismo, con todas las medidas morales que se dispongan, con “el oro del talento de la humanidad y de cada ser humano”.
- Hay otra cuestión es si las personas de altos talentos o altas capacidades, buscar de forma natural y con métodos racionales y morales, si se deben juntar entre sí, conocerse entre sí, y que de ellos surjan el amor, amor legal y moral, amor natural, igual que el resto de personas, y de ese surgimiento puedan nacer, con más probabilidad nuevas personas de altas capacidades. Este tema es muy controvertido… Pero las personas de alto nivel social y económico de forma natural se conocen y se reúnen entre ellas, y por lo general, después surge entre ellas el amor…
Relacionado con lo anterior se han cerrado algunas clínicas de fecundación artificial o in vitro, con espermas de personas de altas capacidades, científicos, etc. Aquí en este tema no indico nada. Solo señalo una realidad que se ha producido y que merecería un artículo independiente de éste.
3. Para terminar creo que deberíamos fijarnos en tres puntos, lo que debemos a las personas que han descubierto grandes explicaciones, que llamamos genios, y decir de paso, que pocas ciudades tienen nombres de calles a los grandes matemáticos, grandes físicos, grandes médicos, grandes biólogos. Pienso que deberíamos ser más agradecidos. Quizás este articulo debería contribuir a que los responsables públicos recogiesen esta sugerencia.
En segundo lugar, hay demasiadas persona que llevan sobre sus espaldas un enorme peso, que es su talento potencial, que no han podido desarrollarlo, o teniéndolo, por disponer de circunstancias muy adversas, no pueden llevarlo adelante. Creo que la sociedad tiene un deber hacia estas personas, y de jóvenes o de adultas abrirles campos o posibilidades de desarrollo.
En tercer lugar, personas de altas capacidades que forman parte de grupos de alta inteligencia, deberían, en vez de decirse a sí mismas que listos que somos o que soy, como criticaba Asimov, intentar descubrir modestamente algo, por el bien de ellos y por el bien de la humanidad.
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