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Arona 20 de Abril de 2016
El COP valora que el equipo de atención psicológica en emergencias estuvo “por encima de lo esperado”
Psicólogos y psicólogas del equipo destacan el comportamiento de las familias y la complicidad que se estableció, así como que otros colectivos les solicitaran su opinión para saber actuar con ellas.

El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, no sin antes sumarse al pesar por los siete fallecidos tras el derrumbe de un edificio en Los Cristianos, valora la intervención llevada a cabo por nuestros compañeros y compañeras del equipo especializado en atención psicológica en emergencias para paliar los efectos de tan trágico suceso en las víctimas, entendidas éstas como los familiares, amigos, vecinos, personas en general afectadas por el trágico suceso. Este dispositivo llegó a superar la treintena de psicólogas y psicólogos volcados en apoyar y atender las necesidades muy especialmente de los familiares de los fallecidos, de manera ininterrumpida de día y de noche, en la incertidumbre de la espera, y también una vez confirmados los fallecimientos. De hecho, un grupo de psicólogos y psicólogas sigue atendiendo  a algunas de estas familias.

El psicólogo Juan Jesús Aznárez, uno de los profesionales con más horas de intervención sumadas en esta crisis y que ayer, lunes, volvía a intervenir con una familia en Los Cristianos, manifestaba su satisfacción por el trabajo realizado y por haber paliado los efectos a las personas que esperaban, “estando pegados a ellos en todo momento, para que hablaran, para que expresaran sus emociones, para que lloraran…”.

Aznárez subraya la “calidad” del equipo conformado, satisfecho por la predisposición de los voluntarios/as que se sumaron, y que, a su juicio, “ha estado no sólo a la altura, sino por encima de lo esperado”.

“Es muy difícil de conseguir lo que hemos conseguido en Los Cristianos”, insiste este psicólogo con experiencia en emergencias a través de una empresa nacional, lo que relaciona además con el valor que ha tenido esta presencia para otros colectivos profesionales intervinientes en el rescate.
Del mismo modo, la psicóloga Virginia Sánchez Caamaño, que ha actuado de portavoz del equipo, ha puesto de relieve que la UME, Protección Civil o Policía Judicial, les consultaran su opinión para “saber hacer algunas cosas y actuar con los familiares”.

La psicóloga, con una visión de conjunto de lo que ha sido la intervención especializada del equipo, ha destacado lo importante que era para las familias ver cada día a los mismos psicólogos en el lugar. “Se mostraban agradecidos de que fuéramos los mismos, nuestras caras se les hicieron conocidas, nos identificaban, nos venían y nos daban dos besos antes de preguntarnos”.

Asimismo, la psicóloga Carmen Linares, también muy activa en el equipo, ha destacado la  “complicidad” que se estableció con los familiares y allegados, lo que facilitó el trabajo a los profesionales. La también vicedecana del COP tinerfeño pone el énfasis en el empeño del equipo por que se respetara a los familiares de los fallecidos, algo que no siempre es fácil de entender, y que implica satisfacer las necesidades que van transmitiendo en cada momento, especialmente la de información permanente y actualizada, o preservar su intimidad ante los medios. 

Afortunadamente, no son tantas las ocasiones en que ocurren este tipo de catástrofes, por lo que esta experiencia sirve también para aprender para futuras intervenciones. Lo más importante, señala Virginia Sánchez, “es la comunicación que ha habido entre nosotros, cuando hubo que intervenir en momentos intensos, de caos inicial, y el haber sido capaces de mantener la coherencia, de haber llegado a consensos rápidos para actuar de manera común”.

La experta en atención psicológica en emergencias, miembro del equipo de voluntarios/as del COP y también  de Protección Civil de Santa Cruz, insiste en resaltar el compañerismo, el haber actuado como una “piña” en un trabajo “muy intenso emocionalmente, en el que se toman muchas decisiones”.

Ahora queda más trabajo por hacer, a las víctimas les llega el momento de hacerse a la idea de lo ocurrido; pero también los propios profesionales que han formado parte de este equipo tienen que  recuperarse de la experiencia vivida. En este sentido, Juan Jesús Aznárez explica que se convocarán reuniones: “hablaremos entre nosotros para soltar la carga, para normalizar lo vivido, para llorar si hace falta”.

Por su parte, el Colegio quiere ofrecer este mismo desahogo a los profesionales de los colectivos que han participado en este rescate y que, igualmente, deben recomponerse de la dureza que supone la  propia búsqueda de personas desaparecidas y la aparición de los cadáveres.