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Adeje 21 de Julio de 2015
“Afrontar la violencia en el deporte
no es responsabilidad exclusiva de jugadores
y entrenadores”
La profesora de la ULL es la directora de un curso de la UVA que presenta diversas iniciativas de promoción del juego limpio.

En opinión de Patricia Pintor Díaz, combatir la violencia en el deporte no es un problema exclusivo de los jugadores y entrenadores, sino que implica a toda la sociedad, desde los directivos a los árbitros, pasando por los padres y los medios de comunicación. La profesora del Departamento de Didácticas Específicas de la Universidad de La Laguna es la encargada de dirigir el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Por un deporte sin violencia”.
El curso propone presentar al alumnado una serie de estrategias que ayuden a afrontar el problema de la violencia en el deporte. Aunque tendrá un importante componente teórico, el seminario incluye dos micro talleres: uno de resolución de conflictos en el aula, impartido por Judith Hernández Sánchez, quien además de ser docente de la ULL está acreditada por la Consejería de Educación en materia de mediación escolar; y otro de coaching deportivo, a cargo de Antonio Fraile Aranda de la Universidad de Valladolid, en el cual se trabajará la autoestima y el desarrollo personal.

Como explica la directora del curso, en todos los ámbitos de la sociedad hay conflictos, por lo que es normal que en el deporte también existan. “La cuestión es cómo se resuelven, y muchas veces en el deporte lo hace de forma violenta. También es verdad que los medios de comunicación divulgan muchísimo lo que sucede en el deporte de alto rendimiento y, al tener tanta repercusión, da la sensación de que en el deporte hay más violencia que en otros ámbitos, y no creo que sea así. Pero por supuesto que hay que atajarla, sobre todo porque ahí tenemos a nuestros hijos”.

En referencia a la violencia en el deporte base, Pintor insiste en que es responsabilidad de todos y no basta con criticar a los padres que se ponen violentos. “Quizá esos padres necesiten formación, que los ayuntamientos o clubes deportivos hagan reuniones en las que se les explique que los niños no están en esos equipos para convertirse en profesionales, sino para divertirse y hacer ejercicio. Los padres deben comprender esto”.

Ahondando en el asunto, la ponente explica que en el fútbol infantil muchos progenitores se hacen la ilusión de que su niño va a ser el próximo Messi, alentados por los comentarios de otros padres o entrenadores. “Pero ¿cuántos se van a dedicar profesionalmente a esto?”, se cuestiona la experta. “Y luego está el problema de los que llegan a tener una carrera profesional y dejan sus estudios; cuando terminan, no van a tener nada: se gastan todo el dinero que tienen en lujos, hay que educarles para que tengan la cabeza en sus sitio”.

Da la impresión de que la violencia se focaliza en el fútbol, y la razón podría ser que el resto del deporte juvenil es más amateur. “Si tu hija juega a voleibol, no esperas que llegue a ser profesional, porque hay muy poquitas. En cambio, en fútbol nos venden que cualquiera puede llegar y no es así. Pero hay un bombardeo mediático constante que influye y desconsuela, y la gente piensa que es pude ser el futuro de los hijos. Creo que se debe tener otra idea: el niño debe hacer ejercicio. Lo otro, si va acompañado de un buen equipo, de directivos y de entrenadores, aparecerá de forma natural”.

Para la ponente, es importante que la implicación de las instituciones para fomentar una visión alternativa del deporte. Por ello alabó la iniciativa del Adeje, que se puso en contacto con su departamento pidiéndole específicamente un curso sobre violencia deportiva. “Eso dice muchas cosas favorables sobre un ayuntamiento, que en sus cursos de verano no ha querido un seminario de técnica, sino de formación en valores”.

También destacó la presencia del director del Servicio de Deportes de la ULL en una de las ponencias, para explicar su iniciativa de que en las competiciones deportivas de la institución el juego limpio tenga reflejo en el tanteo final, es decir, que repercuta en el resultado. “La universidad está para sacar deportistas de alto rendimiento, sino para promover ocio activo y con valores. No se tiene que pedir menos a una universidad”.