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Tenerife 26 de Febrero de 2015
Brígida Mendoza inauguró el III Foro
de la Enfermedad Vascular Aterosclerótica
Durante su intervención la consejera de Sanidad repasó los factores de riesgo y las acciones y proyectos para prevenir y combatir la EVA y fomentar los hábitos de vida saludable.
La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, acompañada por la directora general de Programas Asistenciales, Antonia María Pérez, y la responsable nacional del área cardiovascular de Pfizer, Teresa España, inauguró ayer, en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, el III Foro sobre la Enfermedad Vascular Aterosclerótica, una iniciativa de la Dirección General de Programas Asistenciales desarrollada en colaboración con las Gerencias de Atención Primaria y las Gerencias Hospitalarias.
Este Foro, al igual que en las ediciones anteriores, se desarrolla en ambas provincias; en Gran Canaria tuvo lugar en octubre y hoy se celebra en Tenerife, facilitando así la participación de profesionales de toda las Islas.
Durante su intervención, Brígida Mendoza destacó el compromiso, tanto de los gestores como de los profesionales de la sanidad, por avanzar y mejorar en las actuaciones encaminadas a mejorar el nivel de salud y de calidad de vida de la población canaria.
Además, la consejera aseguró que la prevención y control de la Enfermedad Vascular Aterosclerótica (EVA) “continúa siendo un problema de salud de primera magnitud no sólo aquí, sino en la mayoría de las sociedades sobre todo "desarrolladas" ya que, a pesar de permitirnos un mejor nivel de vida, los hábitos y los estilos de vida están llevando a un aumento progresivo en la aparición de Factores de Riesgo y deterioro en la salud. Esto nos debe llevar a una reflexión profunda de la sociedad que queremos y de los mecanismos a introducir para mejorarla”.
Según la publicación estadística de la OMS de 2014 correspondiente al año 2012 se expone que en los últimos decenios ha mejorado la esperanza de vida en el mundo. Todos tenemos una vida más larga, pero su duración depende del lugar de nacimiento. Así, por ejemplo, un niño nacido en 2012 en un país de ingresos altos tiene una esperanza de vida 15 años mayor que el nacido en un país de ingresos bajos. Esto se agudiza en el caso de las niñas, en las que la diferencia es de 18,9 años.
El lugar determina también el motivo más probable de la muerte. De las 20 causas principales de fallecimiento en el mundo, la mitad corresponden a enfermedades infecciosas o de carácter materno, neonatal y nutricional, mientras que la otra mitad corresponde a enfermedades no transmisibles.
“Sin embargo, en el último decenio, casi todos los países del mundo han sufrido un gran desplazamiento de las muertes prematuras por enfermedades infecciosas hacia las debidas a enfermedades no transmisibles. Y de las tres primeras causas de muerte prematura en todo el mundo, la primera es la cardiopatía isquémica; la segunda, las infecciones de la vías respiratorias y la tercera, los accidentes vasculares cerebrales, los Ictus”, aseguró la consejera.
Además, Brígida Mendoza aseguró que la mayoría de las enfermedades vasculares se pueden prevenir actuando sobre los determinantes de la salud y los factores de riesgo, como es el consumo de tabaco, las dietas no saludables, la inactividad física, la hipertensión arterial, la diabetes la obesidad o el aumento de los lípidos.
Por lo tanto, se deben establecer estrategias en salud que abarquen la promoción de hábitos de vida saludables en la población. En este sentido, en Canaias se han desarrollado acciones como “Los círculos de la vida saludable” que pretende actuar sobre múltiples aspectos que influyen en el mantenimiento de la salud y en la prevención de enfermedades no transmisibles.
Además, apostó por realizar la prevención y detección precoz de los hábitos y factores de riesgo cardiovascular de cada persona, actuando integralmente sobre el riesgo cardiovascular de padecer o morir por una EVA, aplicando, en cada caso, las medidas terapéuticas adecuadas, según nos indica la evidencia científica.
“Por otro lado, una vez establecida la enfermedad, aplicando las técnicas y tratamientos coste efectivos más adecuados, sin olvidar las medidas de rehabilitación que permitan tratar y/o compensar los déficits y la discapacidad para conseguir la máxima capacidad funcional posible en cada caso, facilitando la independencia, y la reintegración al entorno familiar, social y laboral”, apostilló la consejera de Sanidad.
Asimismo, reiteró que la situación actual requiere de ajustes organizativos y de un mayor aprovechamiento de los recursos existentes, acciones que se están intentando implementar a través de la Estrategia de Atención a las Enfermedades Crónicas, entre otras acciones.
Para finalizar su intervención, Brígida Mendoza destacó el papel que desempeñan los profesionales sanitarios, ya que están en contacto directo con la población y son quienes utilizan los recursos puestos a su disposición, por lo que son ellos quienes pueden y deben exponer todas aquellas actuaciones que conduzcan a mejorar la atención ofrecida a los pacientes.
“En un espíritu de trabajo conjunto, la Atención Hospitalaria y la Atención Primaria, puerta de entrada de los usuarios al sistema y lugar continuado de atención a lo largo de la vida de las personas y sus familias, deben proyectar líneas de trabajo coordinado y consensuado, así como introducir pautas de actuación que reviertan en la mejora de la calidad asistencial que todos buscamos”, concluyó la consejera.
