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Arona 26 de Marzo de 2015
Ni la más mínima filtración
No se acaba de entender el por qué de esas tragaderas
tan grandes que están demostrando todas las grandes
potencias en donde el yihadismo se ha encumbrado como
dueño y señor del terrorismo más puro a nivel mundial y en el exterminio de todo lo que huela a cultura Occidental, incluso destruyen la suya propia.

Es algo que ha llegado a ser cotidiano, no hay día en que no se vea en los medios de difusión, degollamientos, decapitaciones y fusilamientos en cantidades asombrosas, la sumisión a una doctrina que está muy lejos de su génesis de lo que estos bárbaros hacen en nombre de “ella”.
El Estado Islamista (EI) tiene a todo el poder mundial postrado a sus pies.
Nadie se atreve abiertamente a pasarles las facturas tan abultadas que ya tienen
por todos esos asesinatos sin orden ni concierto a tantas personas inocentes, en el que su único pecado es no ser islamita, o ser mujer, homosexual o simplemente tener otra creencia que no sea la musulmana. Esto está penado con la decapitación pública, a la vista de toda la parafernalia de la que estos asesinos tienen, la propaganda de sus aberraciones que las llevan a través de las redes sociales como en televisiones de todo el Planeta. Por eso el ciudadano de a pie ve todo este atropello a los Derechos Humanos horrorizado, pero vemos que se está impasible a estos abusos denigratorios para el ser humano. Todos sabemos que si alguien quisiera, este problema estaría resuelto en horas, entonces ¿qué hay que hacer?, cuánto tiempo vamos a tener que seguir viendo asesinatos al más puro método de terror impuesto por descerebrados que se denominan hombres. Todos creemos que tiene que haber un límite, es de pura exclamación de terror lo que en estos días ha pasado en Túnez, una masacre con todas las perspectivas de que se sabía en donde se tenía que atacar a ese País, que pretendía salir enfocando en su turismo como una de las bases de su supervivencia, al masacrar a su turismo, la entrada de divisas por este medio se anulan y se apremia a que el país caiga en las redes del Estadio Islámico, anclado y queriendo que aflore la forma de vida del Medievo.

Esto nos hace reflexionar sobre este asunto tan desgraciado y del que no estamos exentos de que pueda pasarnos, pues ya lo estamos viendo la extensión de esta doctrina del terror como se está apoderando de muchos jóvenes, empujándolos a que abracen la doctrina del Islam, así de esa forma el caldo de cultivo lo tienen siempre en ebullición, gente que se va a enrolarse con esos asesinos engañados, y que cuando ven la realidad ya no pueden volver atrás.

Nuestra seguridad tiene que ser más que importante, es vital de que este Archipiélago esté mas que blindado, nos jugamos mucho y no podemos estar a expensas del más mínimo descuido. Nuestra policía nos acredita que su trabajo es más que excelente para que no se filtre ningún indeseable que nos torpedee el gran logro que ha tenido Canarias y es su turismo, con ese gran esfuerzo de su gente y la visión que los turista han tenido de este tierra como de sus habitantes, como gente tolerante, simpática y enormemente esforzada para que el turista que nos visita se sienta cómodo y como a veces mejor que en su casa.

Nadie quiere tirar esto por la borda, y no nos gusta que el turismo que venga a Canarias sea por tener otros mercados emergentes desgracias como la de Túnez, por eso hay que aprender de los demás, no queremos eso para nosotros y hay que ponerlo todo en el asador para que nadie, repito, se pueda infiltrar en esta tierra para crear confusión en algún acto terrorista, unamos todos frente a esa barbarie criminal terrorista nuestra repulsa más sentida.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com