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Arona 27 de Febrero de 2015
Ya es tarde, el declive está servido
Las esperas siempre son odiosas aparte de tediosas, pero
a veces valen la pena, porque detrás de una espera viene una
mejora, tanto por lo que estás pidiendo como por lo que te pueda
acontecer. Viene esto a cuento a ese espeso camino que ya estamos empezando a caminar, ya que como muchos opinan no va a ser una fiesta, estos escasos tres meses que nos separa de las Elecciones de Mayo, van a ser todo un poema a la apatía, al no saber ya qué decir ni cómo embaucar.

El ciudadano está ya más que preparado para dar el voto y seguro como así se cree, que ya hará poca mella lo que unos y otros puedan decir en sus programas para conseguir el voto.
Esta espera de cuatro años ha sido más bien una lección bien aprendida por el perseguido votante. Hoy ya se sabe mucho de aquellos que en un pasado crearon la marca “España va bien”, y con una casi ciega sumisión consiguieron que el pueblo les diera esa mayoría absoluta que todavía el ciudadano creía que se volvería a repetir un mandato como la que doro esa píldora el Presidente Aznar, pero ya nada es igual, los tiempos cambian para todos y para todo, pero eso el pueblo no lo sospesó, y como ya alguien dijo "nunca segundas partes fueran buenas", entró con una agradable sonrisa y con almibaradas promesas de lo que haría en este viejo País se ganaba Rajoy.

La gente le siguió como al "flautista de Hamelin", y el resultado ya lo estamos viendo y lo peor es que lo hemos sentido en nuestra propia vida y en nuestro entorno, todo, absolutamente todo ha sido una exhibición de unos "vende mantas" de embaucadores, de demostrar infinidad de veces que no se le ha tenido ningún respeto al ciudadano, han ido todos ellos por libres, el españolito no se ha sentido amparado por nada ni por nadie, hemos ido como los "zombis" errantes, a ver cómo podíamos escapar de una quema que no habíamos pronosticado y menos pensado.

Hoy y con casi todo en contra del Gobierno de Rajoy, este está tratando de volver a dar su lado bueno, el de ser un Presidente dedicado a su pueblo, a todos aquellos que depositaron en él su confianza y creyeron a pies juntillas que lo que proclamaba en su programa político electoral iba a ser la panacea de poder encontrar de nuevo ese poder adquisitivo de años pasados en donde la burbuja inmobiliaria y las estafas apiladas campeaban a sus anchas por esta "piel de toro" llamada España.

Pero la realidad ha traído que se ha llegado tarde, muy tarde, lo que no han sabido defender cuando han tenido una mayoría absoluta, dedicándose a ser los "profes" del País mirando al ciudadano como eso, que sea un contribuyente perseguido, un pagador de impuesto a lo feudal, para que el opulento pudiera pagar menos para que así no se resintieran las arcas públicas. La ley del embudo, para el que tiene nómina o es un PYME, a por él, sin darle la mas mínima tregua. A los que en si escapan y defraudan y se lo pasan todo por el arco del triunfo, todo son garantías de lo que tienen siempre lo conservaran.

Todo ha estado bien urdido por este neo-liberalismo, pero el cambio ha llegado y tendrán que dialogar (si les dejan) con otros poderes políticos que sea dicho de paso, no les tienen ninguna consideración ni como políticos ni como gobernantes. ¡Un amargo trago, Presidente!.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com