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Guía de Isora 12 de Mayo 2015
Piche
Hace tres semanas que se hundió un barco al sur
de Gran Canaria y todavía no se ha resuelto la fuga
de hidrocarburo que desprende, que ya ha manchado
las costas de la isla y amenaza con llegar a otras. Mientras,
se está a la espera  que llegue el segundo robot (…) que el
gobierno de España ha alquilado para intentar que se taponen los agujeros del buque que está hundido a más de dos mil setecientos metros de profundidad, circunstancia producida por una sabia decisión de los técnicos a los que se le supone que entienden de su trabajo.

O sea que dependemos de dos máquinas insensibles pero sabias para reparar un chanchullo que nos afecta y cuya tramitación ha puesto en evidencia que los verdaderos robots somos los isleños, tan aplatanados y condescendientes con algunos y muy críticos con otros, que es la doble vara de medir que ha conformado nuestra historia. Imaginemos, pues, que esta cochinada hubiera o hubiese ocurrido en otra etapa y escucharíamos insultos muy malsonantes ante la tele una vez apareciera un responsable del desaguisado. Y no es así. De hecho, la única pasión que detecto en las tertulias es el fútbol y su impoluto funcionamiento; por cierto, anuncian una huelga para reivindicar, entre otras cuestiones, mejoras salariales, los pobres… Y he dicho pasión, potencia del alma (…) que debe servir para asuntos de mayor trascendencia, como es el caso del barco, del piche, de las autoridades y del pueblo canario en general, con excepciones.
Pues aún queda una semana o más para que llegue un barco noruego (…) que trae la maquinita; unos cuántos días en que seguirán los pequeños hilillos de plastilina –que diría Soria, el nuestro – saliendo y manchando. Y, tal vez, cancelando estancias de posibles turistas. Paralelamente, en casi todos los pueblos de la región ha regresado el asfalto que uno, ingenuo, pensaba que era de otro tiempo, lo que hace aún más oscuro este relato repleto de desidia y abandono, como los colores del partido de la Champions entre el Real Madrid y La Juve, escuadras baratitas y cuya vestimenta es negra con matices blancos y que importa más, mucho más que la supervivencia de la tierra que habitamos. Parece mentira, pero así es.

Para atenuar la importancia del asunto que citamos, siempre hay plumíferos a sueldo, sicarios que intentan escribir sobre la comida que hizo el otro día en un restaurante de lujo o que se compró una pluma de no sé cuántos miles de euros o que el mago y su  cuñado son nocivos…., lecciones magistrales que pueden leerse en la última página del Diario de Avisos (¡qué bajo ha caído el Decano!) y cobrando por ello. Correveidiles que han vivido del chanchullo, la extorsión, la adulonería y otras sevicias. Es como la Venus de Milo en la tele canaria (…), la pública, la que pagamos todos para ver lo que no debe emitirse; la cuestión está en entretener y lo consiguen, aunque estrenen flamante directiva que no se atreverá a cambiar la programación obscena que nos retrata ni a decir la verdad sobre el hundimiento del barco y su posterior derrame. Un espacio presentado por un eunocoide mental (…) que se vanagloria de haber vivido del chanchullo y que es cierto que jamás a escrito nada sobre la corrupción de lo que el personaje ha sido testigo desde que emborronó la honrosa profesión de contar la verdad, cosa que no ha hecho, obviamente, como diría un candidato. Y le pagan por ello, por ensuciar lo poco decente que queda en la prensa canaria sin rubor alguno, puesto que el que carece de vergüenza no puede avergonzarse.

Y comenzó la campaña electoral: sólo carteles y pancartas. Espero y deseo que lo que dure se vea alguna propuesta original y algo de imaginación. Hablaremos de ella, si dios quiere.

Cheche Dorta