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Tenerife 8 de Septiembre de 2015
Las Denominaciones de Origen de Canarias: D.O. Vino Abona (9)
“Vino es un jugo sabroso guardado en una barrica, que al campesino emborracha y al caballero intoxica”. Juan Pérez Delgado, Nijota.
El cultivo de la viña para elaborar vino es tradición que se remonta a antiguo en la comarca de Abona, también conocida como Chasna. Situada en la vertiente meridional de la Isla de Tenerife, ocupa las laderas y colinas que descienden desde el borde exterior del Parque Nacional del Teide hasta el litoral, en suaves pendientes. La plantación de viñas en épocas pretéritas se limitaba a la costa donde no era factible el cultivar la caña de azúcar y únicamente se producía el vino para el consumo local.
La comarca vitivinícola de Abona comprende siete municipios, a diferencia de la administrativa que son únicamente seis, siendo éstos los de Fasnia, Arico, Granadilla de Abona, San Miguel de Abona, Vilaflor, Arona y el séptimo de Adeje.  Lamentablemente estos y la mayor parte de los municipios del sur de la isla han estado aislados y en relativa marginación hasta mediados del siglo pasado, consecuencia de la más que notable ausencia de vías de comunicación terrestres. Es por ello que la principal actividad económica  tradicional de la comarca haya sido la agrícola, sobre todo en las zonas de medianías.

En Abona las vides han crecido durante siglos en terrazas en pendiente, lo que dificultaba enormemente su cultivo. Esta amplitud de cotas de altitud que se dan en la comarca es uno de los principales caracteres diferenciadores de esta Denominación de Origen por geografía y clima, ya que sus cultivos se extienden desde el nivel del mar hasta zonas de cumbre, como las que situadas en el municipio de Vilaflor, y hacen que sean las más altas de España y Europa.

De gran diversidad de formas de cultivo tradicional, según las zonas de producción, estas  son fundamentalmente en parra tradicional en bordes de parcelas, espaldera, parral bajo o en forma de vaso en las altitudes. La conservación de estas  y otras formas de cultivo ha hecho que nuevas generaciones de viticultores se interesen e incorporen a la viña en Chasna.
La Denominación de Origen de Vinos Abona fue creada por Orden de la Consejería de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Canarias, de 5 de mayo de 1995, por la que se reconoce como tal.

Esta DO abarca una superficie aproximada de 1.500 hectáreas explotadas por unos 1.200 viticultores, estando inscritas en ella 19 bodegas. La elaboración de los vinos protegidos por la misma se realizará, exclusivamente, con uvas de las variedades blancas Albillo Criollo, Bermejuela o Marmajuelo, Forastera Blanca , Doradilla, Gual, Malvasía Aromática, Malvasía Volcánica, Moscatel de Alejandría, Sabro, Verdello, Vijariego Blanco o Diego, Bastardo Blanco o Baboso Blanco, Listán Blanco de Canarias, Pedro Ximénez y Torrontés. Las variedades de uvas tintas serán Castellana Negra, Listán Negro o Almuñeco, Malvasía Rosada, Negramoll, Tintilla, Bastardo Negro o Baboso Negro, Cabernet Sauvignon, Listán Prieto, Merlot, Moscatel Negro, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo y Vijariego Negro.

Aun siendo una comarca esta tradicionalmente asociada a los vinos blancos que conforman la mayoría de su producción vitícola, los vinos de esta Denominación de Origen, blancos, rosados o tintos en este orden, constituyen una oferta variada con unos productos originales, personales, armónicos y bien conjuntados, con infinidad de matices de aroma y todos ellos eminentemente minerales al ser vinos volcánicos. Los blancos son aromáticos, de equilibrada acidez natural y en boca. Los rosados recuerdan mucho a los blancos  al estar elaborados por sangrado de uvas negras y con procedimientos similares a los blancos, siendo redondos y equilibrados. Los tintos son de capa fuerte e intensos, con buen cuerpo y de graduación alcohólica media alta.

Alfonso J. López Torres
@AlfonsoJLT